martes, marzo 07, 2017

Por que o 8 de marzo

Traémosvos este artigo:


La lucha de las obreras textiles y Las fosforeras

A pesar de que las mujeres se encontraban aisladas por las agrupaciones sindicales y explotadas por la patronal, fueron capaces de llevar adelante luchas importantes, como los motines de Nottingham en 1812, por la fijación del precio de la harina y la huelga de las fosforeras de Londres en 1888,que fue realizada sin la ayuda de los sindicatos masculinos, la huelga de Edimburgo que con un panfleto que decía “nosotras las mujeres” posicionaba una de tanta exigencias de igualdad de género. Pero si vamos a hablar del 8 de marzo no podemos dejar de mencionar la huelga que tuvo lugar en Nueva York, un 8 de marzo de 1857, que fue altamente reprimida por la policía.
Una de las huelgas que podemos destacar en el siglo XX -en un momento en que aún no se notaban grandes cambios en las miserias que vivían las mujeres de la clase trabajadora - es la de las neoyorkinas textiles de 1909, la llamada huelga de las niñas. Esto debido a que la mayoría de las adherente y trabajadoras de la fábrica eran adolescentes. La dirigienta Clara Lemlich, con solo 23 años lanzo la consigna :
"Si no es ahora ¿cuándo?, estoy cansada de tanto hablar. Ya que soy una de las que sufre estas condiciones, yo voto por la huelga general."
A medida que esta importante huelga avanzaba la policía duplicaba sus línea represiva, bajando piquetes, atacando – por ejemplo- la movilización del 3 de diciembre, frente a la intendencia en la cual las huelguistas pedían el retiro de la policía de las calles. Dicha movilización tuvo como resultado nuevamente la represión intransigente de la policía que dejo heridas a varias mujeres que encabezaban la movilización. La solidaridad de los estudiantes y de otros sectores de la comunidad no tardo en hacerse sentir. La importancia de esta huelga no pude ignorarse al saber que en 1905 eran sobre setenta mil las trabajadoras textiles, de las cuales 40 mil lo hacían en la ciudad Neoyorkina, siendo la diferencia salarial de más del 50%, mientras los hombres cobraban en promedio dieciséis o dieciocho dólares las mujeres cobraban seis o siete dólares por la misma cantidad de trabajo.

Las conquistas de las mujeres trabajadoras y el escenario actual

Repasando esta historia y teniendo en cuenta que las heroínas de la clase trabajadora no terminan aquí, podemos ver las similitudes con nuestras inquietudes y que a pesar de que no vivimos en condiciones similares a las que vivían las mujeres de 1700 o las textiles, las condiciones de trabajo y las brechas salariales son aún una lucha vigente para las mujeres. Hoy el salario de las mujeres cubre solo el 84% del salario masculino, dichas estadísticas fueron entregadas en marzo de 2016 por el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y El Caribe. Y aunque estos datos dicen que en el continente la brecha ha disminuido cerca del 19% , en Chile, en agosto de 2016 el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) dio a conocer cifras que daban cuenta que desde el 2015, la brecha salarial entre hombres y mujeres había empeorado 1,9 puntos porcentuales lo que daba el resultado de una brecha del 31,6%.
Y quizás muchos pueden decir que hoy las mujer no es oprimida pero para poder decir eso con soltura tenemos que obviar la precarización laboral que hoy mantiene al 70% de la población más pobre que justamente son mujeres y niñas en trabajos forzosos, con malas condiciones de trabajo o en trabajos sexuales. Dicho esto, tenemos que obviar la trata de blancas, la prostituciones en los países más pobres, tenemos que obviar que hoy, la mujer aun no puede decidir libremente sobre su cuerpo y que mueren miles de mujeres por abortos clandestinos.
A lo largo de estos años innumerables luchas por mejores condiciones de vida han tenido efecto. No podemos negar que la forma de vivir nuestras vida de mujeres no es lo mismo que en el siglo XVIII pero ¿en dónde dejamos todas las miserias nombradas en el párrafo anterior? Hay un contraste que a veces resulta amedrentador entre los derechos conquistados - es decir, derecho a trabajar, sindicalizarnos, a votar y tener una vida mucho más pública que antes- y los que nos sumerge en las catastróficas cifras de muerte por violencia machista a nivel internacional.
Pareciera ser, que hoy gozamos de una emancipación a medias en la que se nos permite ser los instrumentos de una fuerza de trabajo altamente feminizada y en las que pocas pueden acceder a una vida que no pace a llevar nuestros derechos reproductivos, por ejemplo, no todas somos capaces de pagar un aborto.

¿Cuál es la misión del feminismo y la labor de las feministas al recordar el 8 de marzo?

“Si todas las mujeres son oprimidas por el sistema patriarcal en vigor en la casi totalidad de las sociedad contemporáneas, no lo son por idénticas razones; además, hay oprimidas que oprimen y conviene señalarlo”. Andrée Michel, el feminismo, México DF, F.C.E.,1983.
No podemos hablar de las mujeres como una clase por si sola. Existen mujeres que explotan y que han llevado adelante ataques a la libertad y seguridad de mujeres.La explotación hace referencia a la apropiación del producto del trabajo de las masas obreras, más de alguno conocerá jefas o hallará en Evelyng Mattei el ejemplo perfecto de una mujer en contra de los derechos de trabajadores y trabajadoras. Por lo tanto cabe destacar que somos un grupo interclasista que vive los privilegios y miserias de la clase a la que pertenece.
Por tanto no podemos comparar la vida de las mujeres que viven de sus negocios, de las mujeres de la casta política, de Bachelet, Camila Vallejos, Hillary Clinton, por nombrar algunas, con la vida de una trabajadora de retail, con la vida de una trabajadores de Orica y así podemos caer en muchos ejemplos, que muestran la contradicción de esta emancipación a medias.

Es necesario entonces, un feminismo que rescate las contradicciones de clase, que tome como aliado a los trabajadores y a los sectores oprimidos. Y por lo mismo es vital no solamente recordar este ocho de marzo como un día de conmemoración si no que como un día de lucha, un día en que tenemos que difundir y gritar a viva voz que es necesario que las mujeres nos organicemos en nuestros espacios de estudios y de trabajo, difundiendo las luchas actuales de las mujeres de la clase trabajadora, no podemos hablar de las mujeres sin hablar de la precariedad laboral, y no podemos recordar el 8 de marzo de 1857 sin tener presente que hoy el sindicato de Molyb tiene una dirgenta mujer que justamente se levanta contra de las malas condiciones de trabajo.

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