A verdadeira historia de Hansel e Gretel
La historia de los hermanos Grimm
El cuento de Hansel y Gretel tiene su origen en tierras alemanas, una
historia procedente del medievo que fue recogida y ligeramente
“desinfectada” por los hermanos Grimm. Fueron ellos quienes recopilaron el cuento para incluirlo en su publicación de 1812.
Los protagonistas
eran hijos de un leñador, y tenían como madrastra a una mujer que, como toda madastra de cuento
era tan vil como malintencionada. Fue esta buena mujer quien decidió
que, puesto que ya no había medios con los cuales mantenerse, debían abandonar a los niños a su suerte en el bosque.
Convenció a su padre y éste, así lo hizo. Pero Hansel, que era un niño
listo, decidió marcar con piedras el camino a casa. Y así es como logran
regresar… en ese primer intento.
Pero los padres siguen sin
aceptarlos -en especial la madrastra- así que en esta ocasión, el padre
los lleva aún más lejos. Y Hansel, vuelve a marcar el camino pero esta
vez con migas de pan. ¿Resultado? Toda una fatalidad, puesto que los
malvados -y hambrientos- pájaros se las acaban comiendo. Los hermanos
vagan días y días perdidos por el bosque, hasta que un día, dan con todo
un paraíso: una casa construida con azúcar, caramelo y pan de jengibre. Y empiezan a devorarla… ¿Y quién hay en su interior? Una bruja. Una malvada bruja
que, cada día, saca un dedo por la ventana para comprobar que los niños
han engordado. ¿Con qué finalidad? para comérselos. Pero los niños son
listos y le hacen palpar, en realidad, un simple hueso.
Hasta que la
bruja, hastiada, los entra en la casa diciéndoles que va invitarlos a
comer. A comer algo calentito… pero nuestros niños, como ya sabes, no
son ingenuos y Gretel advierte la trampa. Los dos hermanos preparan una
hábil estrategia y la terrible bruja acaba atrapada en su propio horno y quemada.
¿Cómo termina la historia? De modo maravilloso: los niños regresan a
casa llevándose con ellos los tesoros de la bruja y la casualidad no
puede ser más perfecta, porque al volver al hogar descubren que su
malévola madrastra también a muerto. Todo perfecto. Estos son pues los
ejes principales del cuento, que siempre pueden sufrir alguna variación,
pero veamos ahora qué nos dice la verdadera historia.
Hansel y Gretel, una triste historia de la Edad Media
Como ya te hemos comentado, el cuento de Hansel y Gretel
tiene su origen en la Edad Media, una época de penurias, tradiciones y
desgracias que cultivó un interesante sustrato para cuentos como
éste. La estudiosa del folklore medieval Maria Tatar, nos indica que lo
que en verdad muestra dicha historia es el claro reflejo de un momento
histórico. Veámoslo en detalle.
1. En primer lugar, el cuento de Hansel y Gretel muestra los elementos de iniciación
de casi todos los pueblos indo-europeos, que indican el pasaje a la
madurez mediante una incursión a lo salvaje o lo desconocido, como puede
ser un bosque. De hecho, ya lo vimos en nuestro análisis del cuento de la Caperucita Roja. En este caso la historia original nos cuenta cómo un padre y una madre, dada la falta de alimento con el que sustentar la familia, deciden que es mejor que los niños se vayan al bosque para vivir por sí solos.
2. El hambre
lo domina todo en este contexto. Es esa sombra horrible que hace que el
hombre pueda cometer sus mayores atrocidades. Los padres de Hansel y
Gretel no los abandonan a su suerte, sino que se ven obligados a
separarse de ellos porque -según varios análisis de la historia
original- podrían llegar a comérselos o a ser atacados
por otros vecinos. Así que lo mejor es iniciarlos tempranamente en la
madurez, dejando que se adentren en el bosque. Una vez allí, ya no son
niños, sino adultos que deben aprender a valerse por sí mismos. Los
padres, se liberan así de su responsabilidad.
3. La bruja del bosque que desea comérselos es, en verdad, esa sombra real que podía planear en esta época. El hambre es voraz y el pecado del canibalismo
una posibilidad tangible. De hecho, esos pájaros que se comen las migas
de pan impidiéndoles volver a casa, son un primer símbolo del peligro y
de la crudeza de dicho escenario en el que, efectivamente, prima el
hambre.
4. Un dato curioso es que en el cuento de los hermanos Grimm son muchos los niños los que ven en la figura de la madrastra, a la auténtica bruja.
Ella, quien abandona a los hermanos, debía ser “madrastra” y no su
madre para dulzificar un poco la historia, porque es inconcebible que
una madre pueda abandonar a su hijos. Aunque, en realidad, esa es la
esencia del auténtico cuento de Hansel y Gretel, unos padres que incitan
a sus hijos a que se adentren en el bosque para evitar tener la
tentación de “comérselos”. Terrible, sin duda.
5. Así que no, en la historia real no hay bruja ni final feliz.
De hecho, tampoco conocemos el auténtico final. Los expertos solo nos
dicen que fue el ejemplo de una época de penuria: Niños llevados al
bosque dado el escenario de hambruna extrema, donde se les obligaba a
tener que sobrevivir, en ocasiones, saqueando aquello que encontraban: campos, casas… (Hansel y Gretel “saquean” también una casa, pero hecha de dulces).
Como ves, la esencia de este cuento tiene mucho de tristeza y desesperación. Un retrato que los hermanos Grimm quisieron dulcificar levemente.
Os invitamos a conocer por ejemplo la verdadera historia de la Cenicienta.
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